El lenguaje No Verbal

A la hora de abordar la Comunicación No Verbal hay que recordar lo estudiado durante este curso. Entre otros aspectos que siempre hay que tener en cuenta está ese componente de involuntariedad que tienen muchos gestos y que, por estar relacionados con el nerviosismo, es necesario analizar y trabajar con paciencia y mucho ensayo.

El humorista Rowan Atkinson, más conocido como Mr.Bean
A la hora de hablar de los gestos y su importancia en las exposiciones en público, es imprescindible conocer el trabajo de varios autores que han alumbrado esta materia (Paul Ekman, Mehrabian...). Nos acercaremos aquí, especialmente, al estudio de Allan Pease, autor de la obra "El lenguaje del Cuerpo", cuyo resumen utilizaremos para entender los principales movimientos que debemos CONOCER y CONTROLAR para evitar los' gestos sin domesticar' y potenciar nuestra expresión corporal.

Además del resumen de su obra y de las aportaciones del prestigioso portal web www.protocolo.org sobre la misma, incluiremos en este apartado varios enlaces que completan los conceptos principales que aprenderemos para terminar el curso.

La importancia de los Gestos

Aunque el hombre lleva más muchos años utilizando este tipo de comunicación ésta no se ha empezado a estudiar hasta hace sólo unas décadas y, de manera rigurosa, podemos situar estos estudios en la Segunda Guerra Mundial. El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Durante el curso hemos reconocido que un 70% de la eficacia del mensaje dependerá del lenguaje No Verbal y el otro 30% le compete a la comunicación verbal.

Muchos gestos utilizados son comunes en la mayoría de los países, aunque otros pueden significar cosas distintas dependiendo de donde estemos. Los gestos básicos suelen ser los que más universalizados están: mover la cabeza para afirmar o negar algo, fruncir el ceño en señal de enfado y encogerse de hombros para indicar que no comprendemos algo. Otras veces, hay gestos que vienen heredados del reino animal, como puede ser enseñar los dientes en señal de enfado (agresividad).

Por regla general, cuando estamos mintiendo o forzando una situación, el cuerpo nos delata. En este enlace podemos leer, antes de continuar, el artículo de David Navarro 'Los 7 gestos que delatan la mentira'

Aunque sepamos qué puede significar un determinado gesto, nunca tenemos que caer en el error de interpretarlo de forma aislada; es fácil que pudiéramos equivocarnos. Los gestos se pueden fingir, pero no todo el cuerpo actúa de la misma manera. Las cejas, la risa, la pupila de los ojos y otros pequeños detalles seguramente nos delaten. Por regla general, cuando estamos mintiendo o forzando una situación, el cuerpo es chivato. Por eso las situaciones personales, se resuelven mejor cara a cara que por teléfono u otro medio donde se pueda esconder el cuerpo y perder una importante parte del mensaje (la parte no verbal).